Los sensores de fibra son dispositivos avanzados que utilizan fibras ópticas para detectar cambios en el entorno, como la temperatura, la presión o la luz. Funcionan enviando luz a través de la fibra y midiendo cómo la luz se ve afectada por el entorno. Estos sensores son muy sensibles, precisos y confiables, lo que los hace ideales para su uso en industrias como la fabricación, la atención médica y el monitoreo ambiental. Los sensores de fibra son livianos, flexibles y se pueden usar en ubicaciones desafiantes o remotas donde los sensores tradicionales podrían no funcionar de manera efectiva.